El otro día, una fotógrafa llamada Rachel caminaba por una playa en Waxham, en el Reino Unido, con la esperanza de capturar imágenes de la vida silvestre local. Pero cuando levantó su cámara para tomar una foto de un pájaro, un sonido inquietante interrumpió su concentración.
Era el sonido de alguien gritando pidiendo ayuda.
Siguiendo los gritos, Rachel llegó y encontró esto: una joven cría de foca atrapada entre las rocas de un malecón y enterrada hasta el cuello en la arena.
No está claro cómo la foca llegó a una situación tan desesperada, pero Rachel pudo ver que no era capaz de escapar por sí solo.
“No podía dejar solo al cachorro, aunque pensaba que no había posibilidad de rescatarlo”, dijo a The Dodo un portavoz del grupo Friends of Horsey Seals (FoHS). “Afortunadamente, buscó ayuda del equipo de rescate de FoHS”.
Compitiendo contra la marea creciente, los rescatistas de FoHS llegaron al lugar y comenzaron a cavar.
Con mucho cuidado, quitaron con una pala la arena en la que estaba atrapada la pequeña foca.
A pesar de los temores de Rachel de que la foca atrapada no pudiera salvarse, al final lo lograron.
“[Los miembros de nuestro equipo] pudieron desenterrar al cachorro y finalmente sacarlo a la libertad”, dijo el portavoz de FoHS.
El pelaje de la foca estaba sucio de arena, pero parecía estar todavía en buen estado de salud a pesar de su terrible experiencia.
Según FoHS, aunque la foca es joven, ya no depende de su madre y debería estar preparada para afrontar la vida por sí sola en la naturaleza en el futuro, salvo que surjan contratiempos en el futuro, por supuesto.
Afortunadamente, se puede encontrar esperanza en FoHS y en buenos samaritanos como Rachel, en caso de que surja alguna.